Instrumento de viento metal – Wikipedia, la enciclopedia libre

Los instrumentos de viento metal son instrumentos musicales de viento compuestos por un tubo de metal (generalmente latón), que puede estar doblado o recto, una boquilla y una campana en el extremo opuesto a la boquilla. Aunque estos instrumentos están fabricados en metal, la mayoría de ellos tienen antecesores tomados de la naturaleza, como las caracolas, ramas huecas o cuernos de algunos animales.

Dentro de la familia de los instrumentos de viento metal existen dos grupos: los instrumentos de taladro cónico y los de taladro cilíndrico. En los primeros, el conducto del aire se ensancha gradualmente desde la embocadura hasta la campana. Estos instrumentos tienen sus antecesores en las caracolas marinas y los cuernos de los animales. Ejemplo de ellos es el shofár, un instrumento judío fabricado con el cuerno de un carnero y que aún es usado en las sinagogas. De los instrumentos modernos utilizados, la trompa, la tuba, el clarín y el fliscorno son sus principales representantes.

En los instrumentos de taladro cilíndrico, el conducto no se ensancha más que en el tudel del principio hasta unos centímetros antes de llegar a la campana y todos los tubos centrales que componen las bombas y los pasos entre los pistones son cilíndricos.

Tienen sus orígenes en conductos sonoros fabricados en madera, bambú o caña que estaban provistos de una embocadura gruesa y abultada con un cuerpo de animal a modo de pabellón. Como representantes modernos de estos instrumentos destacan la trompeta y el trombón. En cualquier caso, los instrumentos actuales de los dos grupos no son cónicos o cilíndricos por completo.[1]

Funcionamiento[editar]

Esquema de un pistón, como en la trompeta.
Esquema de una válvula, como en la trompa.
Esquema de una vara telescópica, como en el trombón de varas.
Funcionamiento de un pistón de trompeta.

El sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla a partir de la columna del aire (flujo del aire). La posición de los labios es fundamental a la hora de ejecutar una nota. Cuando la columna de aire atraviesa el tubo, produce una serie de notas llamada serie de armónicos naturales. Se pueden obtener otras notas utilizando válvulas, pistones o varas deslizantes, dependiendo del tipo de instrumento. El sonido de los instrumentos de metal puede alterarse introduciendo en la campana un mecanismo conocido como sordina, consiguiendo un timbre diferente.

Generación del sonido[editar]

Debido a que el músico en un instrumento de viento-metal tiene el control directo sobre el vibrador principal (los labios), estos instrumentos pueden explotar la habilidad del músico para seleccionar el armónico al que la corriente de aire del instrumento vibra. Haciendo que el instrumento sea por lo menos el doble de largo que el equivalente en instrumentos de viento madera y empezando con el segundo armónico, los músicos pueden conseguir un rango de notas muy amplio simplemente variando la tensión de sus labios.

Una diferencia interesante entre los instrumentos de metal y de viento madera es que los instrumentos de viento son no-direccionales. Esto significa que el sonido producido se propaga en todas las direcciones con el mismo volumen aproximado. Los instrumentos de metal, por otra parte, son muy direccionales, con la mayor cantidad del sonido producido viajando directamente desde la campana. Esta diferencia hace que sea significativamente más difícil de grabar de forma precisa a uno de estos instrumentos.

La sordina es una herramienta instrumental; este artefacto se introduce dentro de la campana, sirviendo para cambiar el sonido del instrumento aunque también puede apagar considerablemente volumen. Dependiendo del instrumento el tamaño de la sordina varía según el tamaño de la campana.

Fabricación[editar]

Metal[editar]

Tradicionalmente, los instrumentos normalmente están hechos de latón, pulido y luego lacado para evitar la corrosión. Algunos instrumentos de mayor calidad y mayor costo utilizan oro o plata para evitar la corrosión.

Las alternativas al latón incluyen otras aleaciones que contienen cantidades significativas de cobre o plata. Estas aleaciones son bioestáticas debido al efecto oligodinámico y, por lo tanto, suprimen el crecimiento de moho, hongos o bacterias. Los instrumentos de metal construidos con acero inoxidable o aluminio tienen una buena calidad de sonido pero son colonizados rápidamente por microorganismos y se vuelven desagradables de tocar.

La mayoría de los instrumentos de mayor calidad están diseñados para prevenir o reducir la corrosión galvánica entre el acero de las válvulas y resortes y el latón de la tubería. Esto puede tomar la forma de un diseño desecante, para mantener las válvulas secas, zinc de sacrificio, núcleos y resortes de válvulas reemplazables, arandelas aislantes de plástico o materiales no conductores o nobles para los núcleos y resortes de las válvulas. Algunos instrumentos utilizan varias de estas funciones.

El proceso de fabricación del extremo abierto grande (campana) de un instrumento de metal se llama “golpe de metal”. Al hacer la campana de, por ejemplo, una trompeta, una persona traza un patrón y da forma a una chapa de metal en forma de campana utilizando plantillas, herramientas mecánicas, herramientas manuales y planos. El fabricante corta la campana en blanco, usando cizallas manuales o eléctricas. Martilla la pieza en bruto sobre un mandril en forma de campana y empalma la costura con una herramienta de muescas. La costura se suelda con un soplete de corte y soldadura con oxicombustible y se alisa con un martillo o una lima. Se utiliza una prensa de banco o de eje equipada con un tapón de plomo expansible para dar forma y alisar la campana y el cuello de la campana sobre un mandril. Un torno se utiliza para girar la cabeza de la campana y formar un cordón en el borde de la cabeza de la campana. Los cuellos de campana previamente formados se recocen, utilizando un soplete manual para ablandar el metal para doblarlo más. Los rayones de la campana se eliminan con un paño abrasivo.

Otros materiales[editar]

Cuarteto con trombones de plástico

Algunos instrumentos especiales están hechos de madera.

Los instrumentos hechos principalmente de plástico surgieron en la década de 2010 como una alternativa más económica y robusta al metal.[2][3]​ Los instrumentos de plástico podían venir en casi cualquier color. El sonido que producen los instrumentos plásticos es diferente al del latón, laca, oro o plata. Aunque originalmente se vieron como un truco, estos modelos de plástico han encontrado una creciente popularidad durante la última década y ahora se ven como herramientas de práctica que hacen que los viajes sean más convenientes, así como una opción más económica para los principiantes.

Véase también: Historia de la trompeta

El origen de los instrumentos de viento-metal se remonta a los instrumentos elaborados con elementos presentes en la naturaleza, tales como cuernos de animales, ramas de árboles o caracolas que se utilizaban para diversas cuestiones como eran los entierros, rituales para ahuyentar a los malos espíritus, para la caza o para transmitir señales. La mayoría de las antiguas civilizaciones recurrieron a este elemento para tal cometido.

En ocasiones, los instrumentos tenían un uso litúrgico, como sucede con el shofár judío, del cual existe testimonio en Números XXIX, 1. Sin embargo, el empleo del cuerno fue muy superior en los países nórdicos europeos, pues en ellos se perfeccionó y se fabricó de metal, como ocurre con el lur escandinavo, inspirado en el colmillo de un mamut. En la Edad del Bronce muchos pueblos fundían el metal para confeccionar grandes trompas, casi siempre destinadas a fines bélicos, aunque se mantenía su primigenia función como elemento para realizar señales. Un ejemplo de ello es el carnyx empleado por los celtas.

Herencia de estas antiguas trompas son los aerófonos de metal surgidos en la Edad Media, como es el caso de las trompetas y sacabuches, estos últimos antecesores del trombón. Esta familia de instrumentos adquirió notable importancia gracias al perfeccionamiento de la trompa en el siglo XVII, añadido al nacimiento de la trompa de caza, consistente en un aerófono de metal con un tubo progresivamente ensanchado, con boquilla estrecha, cónica, campana ancha y cuello arrollado sobre sí mismo. Si el primer cometido de estos instrumentos fue la música heráldica y militar, paulatinamente se fueron incorporando a la música culta y así los vemos plenamente integrados en la orquesta del clasicismo, para, en el siglo siguiente, ser objeto de grandes cambios morfológicos y adquirir una importancia determinante, tal como demuestra la música de Héctor Berlioz y Richard Wagner, que requieren ejemplares creados durante el siglo XIX, como tubas Wagner, fliscornos y oficleidos.

Sobre 1815 se inventó un sistema de válvulas y se eliminó el sistema de “codos” (tubos extra), mediante el cual se conseguía variar la longitud del tubo. Los instrumentos modernos tienen “tubos extra” permanentemente fijados y las válvulas se utilizan para que estos tramos puedan empalmarse y hacer el tubo principal más largo. Los tramos se abren o cierran mediante una serie de pistones. Ahora los diferentes instrumentos de viento se utilizan en la mayoría en las bandas sinfónicas.

Instrumentos[editar]

Referencias[editar]

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]