[{"@context":"http:\/\/schema.org\/","@type":"BlogPosting","@id":"https:\/\/wiki.edu.vn\/es\/wiki01\/iglesia-de-san-andres-madrid\/#BlogPosting","mainEntityOfPage":"https:\/\/wiki.edu.vn\/es\/wiki01\/iglesia-de-san-andres-madrid\/","headline":"Iglesia de San Andr\u00e9s (Madrid)","name":"Iglesia de San Andr\u00e9s (Madrid)","description":"before-content-x4 La iglesia de San Andr\u00e9s es un templo cat\u00f3lico situado en el n.\u00ba 1 de la plaza de San","datePublished":"2019-02-28","dateModified":"2023-02-25","author":{"@type":"Person","@id":"https:\/\/wiki.edu.vn\/es\/wiki01\/author\/lordneo\/#Person","name":"lordneo","url":"https:\/\/wiki.edu.vn\/es\/wiki01\/author\/lordneo\/","image":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/c9645c498c9701c88b89b8537773dd7c?s=96&d=mm&r=g","url":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/c9645c498c9701c88b89b8537773dd7c?s=96&d=mm&r=g","height":96,"width":96}},"publisher":{"@type":"Organization","name":"Enzyklop\u00e4die","logo":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/wiki.edu.vn\/wiki4\/wp-content\/uploads\/2023\/08\/download.jpg","url":"https:\/\/wiki.edu.vn\/wiki4\/wp-content\/uploads\/2023\/08\/download.jpg","width":600,"height":60}},"image":{"@type":"ImageObject","@id":"https:\/\/upload.wikimedia.org\/wikipedia\/commons\/thumb\/f\/f9\/1842%2C_Espa%C3%B1a_art%C3%ADstica_y_monumental%2C_vistas_y_descripci%C3%B3n_de_los_sitios_y_monumentos_m%C3%A1s_notables_de_espa%C3%B1a%2C_vol_1%2C_Interior_de_la_capilla_de_San_Isidro_en_la_parroquia_de_San_Andr%C3%A9s_de_Madrid_%28cropped%29.jpg\/220px-thumbnail.jpg","url":"https:\/\/upload.wikimedia.org\/wikipedia\/commons\/thumb\/f\/f9\/1842%2C_Espa%C3%B1a_art%C3%ADstica_y_monumental%2C_vistas_y_descripci%C3%B3n_de_los_sitios_y_monumentos_m%C3%A1s_notables_de_espa%C3%B1a%2C_vol_1%2C_Interior_de_la_capilla_de_San_Isidro_en_la_parroquia_de_San_Andr%C3%A9s_de_Madrid_%28cropped%29.jpg\/220px-thumbnail.jpg","height":"295","width":"220"},"url":"https:\/\/wiki.edu.vn\/es\/wiki01\/iglesia-de-san-andres-madrid\/","wordCount":9398,"articleBody":"     (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});before-content-x4La iglesia de San Andr\u00e9s es un templo cat\u00f3lico situado en el n.\u00ba 1 de la plaza de San Andr\u00e9s de Madrid (Espa\u00f1a), en el c\u00e9ntrico barrio de La Latina. Se trata de una de las parroquias m\u00e1s antiguas de la ciudad.En este templo tiene su sede la Hermandad de las Tres Ca\u00eddas.       (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});after-content-x4Table of ContentsLa primitiva iglesia de San Andr\u00e9s[editar]Capilla de San Isidro[editar]Estudio historiogr\u00e1fico[editar]Fuentes primarias[editar]V\u00e9ase tambi\u00e9n[editar]Bibliograf\u00eda[editar]Enlaces externos[editar]La primitiva iglesia de San Andr\u00e9s[editar]Poco se puede decir con certeza de la primitiva iglesia, existente ya a finales del siglo\u00a0XII y levantada acaso en un solar ocupado anteriormente por la primitiva iglesia cristiana del Madrid isl\u00e1mico, ya que la jurisdicci\u00f3n de San Andr\u00e9s se extend\u00eda por lo que fue el antiguo barrio mud\u00e9jar, posterior morer\u00eda. Este templo fue muy frecuentado por san Isidro Labrador y santa Mar\u00eda de la Cabeza, feligreses de la parroquia en la que el santo fue enterrado. Junto a \u00e9l se alzaba la casa de su amo Iv\u00e1n de Vargas, sobre la que se levant\u00f3 luego el palacio de los marqueses de Paredes, ahora reconstruido y convertido en museo de titularidad municipal. En \u00e9l se encontraba el pozo, protagonista de uno de los milagros del santo, y una peque\u00f1a capilla en el lugar donde se dec\u00eda que hab\u00eda vivido San Isidro.Para el historiador y arque\u00f3logo El\u00edas Tormo, sin embargo, el emplazamiento de la primitiva iglesia estuvo ocupado antes por una mezquita situada junto a la torre albarrana en lo que luego fue palacio de los Laso de Castilla, residencia de los Reyes Cat\u00f3licos y del cardenal Cisneros cuando se encontraban en Madrid. En tiempos de los Reyes Cat\u00f3licos fue reformada la iglesia en estilo g\u00f3tico, abri\u00e9ndose a la vez un paso alto de comunicaci\u00f3n con el palacio. En el siglo\u00a0XVI se le ados\u00f3 la capilla del Obispo, luego templo independiente, a la que se traslad\u00f3 en 1535 el cuerpo del santo por orden del obispo Gutierre de Vargas Carvajal, lo que dio lugar a discordias entre ambas capellan\u00edas, hasta que veinticuatro a\u00f1os despu\u00e9s el cuerpo retorn\u00f3 a su emplazamiento original. En 1656 el viejo templo sufri\u00f3 un desplome, reconstruy\u00e9ndose modestamente a la vez que se constru\u00eda la capilla de San Isidro, cambiando su orientaci\u00f3n. La nueva iglesia de San Andr\u00e9s se adorn\u00f3 con un retablo de Alonso Cano, aunque se simplific\u00f3 el proyecto inicial que inclu\u00eda la urna de San Isidro. Las esculturas pertenec\u00edan a Manuel Pereira, a quien correspond\u00eda tambi\u00e9n la estatua de San Andr\u00e9s en piedra situada en la hornacina de su \u00fanica puerta (actualmente en el jard\u00edn lo que queda de ella). La iglesia fue incendiada en 1936 y sobre el solar de la primitiva cabecera g\u00f3tica se construy\u00f3 posteriormente la casa rectoral. La actual iglesia ocupa lo que fue capilla de San Isidro y un tramo de la reconstruida en el siglo\u00a0XVII.       (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});after-content-x4Capilla de San Isidro[editar]Tras la canonizaci\u00f3n de San Isidro en el a\u00f1o 1622, y viendo la modestia del templo en que estaban depositados sus restos, se baraj\u00f3 la posibilidad de construir uno nuevo o bien de adosarle capilla que fuese digna del patr\u00f3n de Madrid. Opt\u00e1ndose por esta soluci\u00f3n, ya en 1629 el arquitecto de Su Majestad Juan G\u00f3mez de Mora present\u00f3 los planos de un primer proyecto de capilla de tres tramos paralelos a la nave de la iglesia g\u00f3tica. En 1642 se convoc\u00f3 nuevo concurso, al que se presentaron varios de los m\u00e1s destacados arquitectos de la Corte, entre ellos el propio G\u00f3mez de Mora, fray Lorenzo de San Nicol\u00e1s y el hermano Francisco Bautista, siendo elegidas las trazas aportadas por Pedro de la Torre. En su proyecto Pedro de la Torre modificaba la orientaci\u00f3n de la capilla, que discurrir\u00eda ahora perpendicular a la cabecera de la iglesia, lo que iba a permitir construir una capilla mayor que la propia iglesia a la que se adosaba. Conforme a su educaci\u00f3n arquitect\u00f3nica cl\u00e1sica, no comportaba novedades estructurales, trat\u00e1ndose de un simple cubo rematado por una c\u00fapula del tipo encamonado, por influencia quiz\u00e1 del hermano Bautista. Pero su interior se preve\u00eda fastuosamente ornamentado, siguiendo el modelo de Juan Bautista Crescenci en el Pante\u00f3n Real de El Escorial. Parece que fue \u00e9sta la raz\u00f3n principal para la elecci\u00f3n del proyecto de Pedro de la Torre, quien inmediatamente comenz\u00f3 su construcci\u00f3n, pero las dificultades econ\u00f3micas del momento hicieron que se avanzase poco y en 1650 apenas se hab\u00eda pasado de los cimientos.  En 1657 la obra se reinici\u00f3, ocup\u00e1ndose de la direcci\u00f3n Jos\u00e9 de Villarreal, disc\u00edpulo de G\u00f3mez de Mora, quien pudo aprovechar algunas ideas del primitivo proyecto de su maestro, y fue proseguida hasta su terminaci\u00f3n en 1669 por Juan de Lobera y Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo, quien proyect\u00f3 un monumental retablo baldaquino para el arca con las reliquias del santo, realizado finalmente, con mayor modestia, por Lobera. La decoraci\u00f3n interior, juzgada en la \u00e9poca como una maravilla, de m\u00e1rmoles y jaspes, se completaba con una imaginativa decoraci\u00f3n de estucos obra de los flamencos Carlos Blondei y Francisco de la Vi\u00f1a. En los muros y altares colgaban cuadros (escenas de la vida de San Isidro) de Francisco Rizi y Juan Carre\u00f1o de Miranda, con otros de Alonso del Arco y Francisco Caro dedicados a la Virgen. Tambi\u00e9n ofrec\u00edan novedad en Madrid las puertas, con sus columnas avanzadas, adornadas con una imagen en piedra de San Isidro de Pereira y otra de la Virgen imitada de Alonso Cano.Tras la expulsi\u00f3n de los jesuitas en 1767, el arca de San Isidro (sustituida por una imagen del santo de Isidro Carnicero) fue trasladada a la que hab\u00eda sido iglesia del Colegio Imperial, transformada en Colegiata de San Isidro, y con ella se llevaron diez esculturas de santos labradores ejecutadas por Pereira. Fue incendiada en 1936 al inicio de la guerra civil, perdi\u00e9ndose todas sus obras de arte y salv\u00e1ndose \u00fanicamente el exterior, excepto la imagen del santo de Pereira. Se reconstruy\u00f3 su interior (1986-90) por los arquitectos J. Vell\u00e9s, M. Casariego y F. Posada, quienes decidieron realizar una reconstrucci\u00f3n exacta, lo m\u00e1s fiel posible al desaparecido original, mediante un riguroso proceso de investigaci\u00f3n. Los basamentos, de la altura de un hombre, fueron realizados en las ricas piedras originales. Las columnas y entablamento, a mucha mayor altura, en madera con panes de oro y yeso estucado imitando los m\u00e1rmoles. El tambor y la c\u00fapula, a una altura inmensa, con una pintura al agua realizada con desvanecidos y de una forma efectista.Estudio historiogr\u00e1fico[editar]         (adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});after-content-x4Aspecto de la cabecera de la iglesia de San Andr\u00e9sEl recorrido comienza con la figura de Antonio Ponz que en su obra Viaje de Espa\u00f1a, se dedica a describir minuciosamente y \u201csin artificio\u201d los edificios m\u00e1s importantes de la Villa de Madrid. Hay que tener en cuenta que, cuando lleva a cabo su estudio a fines del siglo\u00a0XVIII, la Ilustraci\u00f3n est\u00e1 en boga, lo que repercute en todos los \u00e1mbitos culturales, entre otros en el campo art\u00edstico, que tiene su reflejo en el Neoclasicismo, despreciando todas las formas barrocas, por su recargamiento excesivo y por un supuesto concepto anticl\u00e1sico. Todo tiene que ser claro y racional, por tanto, cualquier tipo de artificio se critica duramente y se desecha. Este hecho se observa en su descripci\u00f3n de la capilla de San Isidro, a la que no da mayor importancia, salvo por las esculturas y cuadros de su interior, de Manuel Pereira y Francisco Rizzi, respectivamente. Todo lo dem\u00e1s lo tacha de recargado y superfluo, aunque no deja, por ello, de dar cierto valor a la solidez del edificio. Resulta curiosa esta mentalidad \u201cilustrada\u201d, por supuesto, elitista, que pretende modernizar la sociedad, culturizarla y liberarla de prejuicios, pero que realmente solo consigue a\u00f1adir otros nuevos, puesto que se basa en par\u00e1metros de valoraci\u00f3n muy estrictos y todo lo que pueda desviarse, se rechaza, sin tener en cuenta el contexto hist\u00f3rico, y en este caso, las tendencias art\u00edsticas, catalogando de segunda, e incluso de tercera fila, obras de suma importancia para la historia del arte de nuestro pa\u00eds.Algo similar ocurre con Eugenio Llaguno y Amirola, cuando trata este edificio, puesto que su obra est\u00e1 muy pr\u00f3xima cronol\u00f3gicamente a la de Ponz. Tiene, sin embargo, algunos aspectos positivos porque da el nombre de dos arquitectos implicados en su construcci\u00f3n y luego en su decoraci\u00f3n, Jos\u00e9 de Villarreal y Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo. Afirma, que a la muerte de Barnuevo, la plaza de maestro mayor recae en la figura de Gaspar de la Pe\u00f1a. Est\u00e1 aportando datos para el estudio de la capilla, lo que parece significar que la tiene en m\u00e1s alta estima que Ponz, aunque s\u00f3lo da los nombres de aquellos que intervinieron, que desde su punto de vista, s\u00ed son dignos de menci\u00f3n. Por otro lado, el hecho de dar mayor informaci\u00f3n, tambi\u00e9n podr\u00eda deberse al hecho de que se ha preocupado m\u00e1s por la investigaci\u00f3n. No hay que olvidar, sin embargo, que Llaguno es un personaje de su tiempo y, por tanto, tambi\u00e9n menosprecia el recargamiento decorativo, que no hace otra cosa que ocultar y deslucir la obra arquitect\u00f3nica, a la que tambi\u00e9n da cierta importancia. Al igual que Ponz, en Llaguno lo m\u00e1s destacable de la capilla son los cuadros de Carre\u00f1o y Rizzi.Ambas figuras son importantes puesto que fueron los primeros, junto con Ce\u00e1n Berm\u00fadez, en hacer un estudio sobre las obras art\u00edsticas espa\u00f1olas, por lo que son considerados padres de nuestra historiograf\u00eda. Es de destacar su preocupaci\u00f3n por recopilar datos y por dar una valoraci\u00f3n personal, que aunque totalmente contraria a la l\u00ednea de pensamiento actual, sirvi\u00f3 para arrojar cierta luz sobre obras de las que, hasta entonces, apenas se ten\u00eda informaci\u00f3n.Jos\u00e9 Antonio \u00c1lvarez de Baena aporta nuevos datos en su obra Compendio Hist\u00f3rico, de las grandezas de la coronada Villa de Madrid, corte de la monarqu\u00eda de Espa\u00f1a, publicada en 1786. Habla del gasto de la f\u00e1brica, fijando la cifra en 11 millones de reales. Asimismo dice como unos a\u00f1os despu\u00e9s de 1642, al arruinarse la iglesia de San Andr\u00e9s, \u00abse determin\u00f3 labrar la capilla al bendito labrador a costa del Rey y de la Villa\u00bb. Este autor es el primero en determinar una fecha para la colocaci\u00f3n de la primera piedra, datando este momento el 12 de abril de 1657. Tambi\u00e9n fecha el a\u00f1o de conclusi\u00f3n en 1669.Figura muy importante para nuestro estudio es sin duda Pascual Madoz, quien durante los a\u00f1os 1846 al 1850 trabaja en el Diccionario geogr\u00e1fico-estad\u00edstico-hist\u00f3rico de Espa\u00f1a y sus posesiones de Ultramar, en cuyo tomo n\u00famero X establece en 11.960.000 reales el costo total de la capilla, y niega as\u00ed la cifra de 11 millones establecida muchos a\u00f1os atr\u00e1s por \u00c1lvarez Baena, indica adem\u00e1s que no s\u00f3lo el Rey y la Villa fueron los contribuyentes a sufragar estos dispendios, sino que, adem\u00e1s, los virreyes de M\u00e9xico, Nueva Granada y Per\u00fa contribuyeron con cuantiosas sumas. Madoz aporta nuevos datos y ofrece un estudio m\u00e1s exhaustivo de la capilla, en la obra Madrid, Audiencia, Provincia, Intendencia, Vicar\u00eda, Partido y Villa de 1848, donde comienza hablando de la localizaci\u00f3n de la capilla en el lado del Evangelio de la iglesia de San Andr\u00e9s. Da la fecha de la colocaci\u00f3n de la primera piedra el 12 de abril de 1657, asistiendo el rey Felipe IV con su segunda esposa Mariana de Austria y el patriarca de las Indias don Alonso P\u00e9rez de Guzm\u00e1n. Afirma que la obra la lleva a cabo Jos\u00e9 de Villarreal, bajo las trazas de fray Diego de Madrid, que al morir es sucedido por Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo, que seg\u00fan el propio Madoz \u00abno ten\u00eda en arquitectura tan buen gusto como en pintura y escultura\u00bb.Aunque no lo especifica, muchos de los datos que maneja son extra\u00eddos de \u00c1lvarez Baena, si bien autores posteriores demostrar\u00e1n que son inexactos. Pasa a realizar una descripci\u00f3n minuciosa tanto del exterior como del interior del edificio. En su cr\u00edtica de la obra la califica de excesiva en su decoraci\u00f3n, pero de buena construcci\u00f3n y dan gran importancia a los cuadros de Juan Carre\u00f1o y Francisco Rizi. Esta consideraci\u00f3n est\u00e1 directamente influenciada por Ponz y los autores de la Espa\u00f1a monumental, que no dice qui\u00e9nes son. A pesar de caer en errores en cuanto al contexto de la construcci\u00f3n, es importante su aportaci\u00f3n pues es uno de los primeros en intentar hacer un an\u00e1lisis m\u00e1s detenido, hablando de nombres, fechas, gastos, etc., y evita caer en el prejuicio de que como es una obra barroca de la segunda mitad del siglo\u00a0XVII, carece de significaci\u00f3n y, por tanto, no es necesario su estudio, como hab\u00eda ocurrido con Ponz y Llaguno. Sin embargo, cae en la consideraci\u00f3n negativa al hablar de la decoraci\u00f3n. Adem\u00e1s su obra influye en autores posteriores.Esta influencia de Pascual Madoz se ve reflejada en Mesonero Romanos, quien en su obra El antiguo Madrid. Paseos hist\u00f3rico-anecd\u00f3ticos por las calles y casas de esta villa, del a\u00f1o 1861, hace un resumen de lo expuesto anteriormente por Madoz, limit\u00e1ndose a resumir y copiar a \u00e9ste, ya que en ocasiones dice exactamente lo mismo. Habla de los gastos de la construcci\u00f3n, de los reyes y personajes que intervinieron en su patronazgo. Cita al mismo Fray Diego de Madrid y tambi\u00e9n a Villarreal y Barnuevo. Por otro lado, ni siquiera a la hora de valorar el edificio tiene una opini\u00f3n propia, pues la efusiva descripci\u00f3n que hace, tambi\u00e9n la toma de Madoz. Es sorprendente como un autor hace suyas las investigaciones de otro, sin mencionarlo siquiera.Procede mencionar el trabajo de Ciria Higinio, \u00abLa parroquia de San Andr\u00e9s\u00bb, art\u00edculo publicado en la revista La Semana Cat\u00f3lica en los meses mayo y junio de 1897. Este trabajo es estudiado y mencionado por historiadores posteriores.  Interior de la c\u00fapula y cimborrio.En 1918 aparece un art\u00edculo de importancia para el an\u00e1lisis historiogr\u00e1fico de la capilla. Dentro del Bolet\u00edn de la Sociedad Espa\u00f1ola de Excursiones, Francisco Macho Ortega escribir\u00e1 un cap\u00edtulo titulado \u00abLa capilla de San Isidro en la parroquia de San Andr\u00e9s de Madrid\u00bb. En este documento, Macho Ortega trata de aclarar las noticias falsas e inexactas publicadas hasta el momento, trabajando para ello con los Archivos Municipales de Madrid. Macho Ortega corrige a \u00c1lvarez de Baena, quien argumenta que fue en 1642 cuando se pens\u00f3 edificar la capilla. Para rebatir este hecho, se basa en una C\u00e9dula Real de Felipe IV, la cual establece claramente que dicho momento fue en el a\u00f1o 1628. Asimismo Macho incluye el nombre de Pedro de Pedroso como persona que establece condiciones para la traza de G\u00f3mez de Mora, la cual una vez aprobada es entregada al maestro de obras Bartolom\u00e9 D\u00edaz Arias el 2 de marzo de 1630, legalizando el contrato ante el notario Francisco Mart\u00ednez de Orellana.Se hace referencia a la falta de recursos que ocasionaron la paralizaci\u00f3n de las obras durante 11 a\u00f1os. Es importante el aporte que se refiere a la creaci\u00f3n de una Junta por parte del Ayuntamiento, que hace que en 1641 se retome con af\u00e1n la continuaci\u00f3n del proyecto constructivo. Es ahora cuando se habla del encargo de una nueva traza, a Pedro de la Torre. Mediante una labor que profundiza en el estudio de las fuentes primarias, vuelve a contradecir a Baena, Ponz y Madoz, concretamente en el a\u00f1o en el que las obras se retoman. Para ello se basa en el Libro de Acuerdos que establecen el a\u00f1o 1643 como fecha de inicio y no 1657, a\u00f1o que hab\u00edan planteado anteriores historiadores. Este error se debe a que en estos a\u00f1os apenas se avanz\u00f3 en las obras, siendo el a\u00f1o 1657 momento de gran impulso gracias a la C\u00e9dula Real expedida en Madrid el 28 de octubre de 1657 y a la contribuci\u00f3n de casi todas las aldeas y ciudades de la naci\u00f3n, adem\u00e1s de las colonias americanas. Se expone nuevamente uno de los errores de \u00c1lvarez Baena, quien atribuye al Rey y a la Villa de Madrid la construcci\u00f3n de la capilla, cuando toda la naci\u00f3n e incluso las posesiones de ultramar tomaron parte activa en ella.Es interesante el hecho de acuerdo para aceptar los modelos de Fray Diego de Madrid, informaci\u00f3n recogida en el Libro de Acuerdos. Se establece la fecha de conclusi\u00f3n, el 15 de mayo de 1669, sin embargo la Junta de Comisarios no da por terminada su misi\u00f3n hasta el 9 de septiembre de ese mismo a\u00f1o, d\u00e1ndose por disuelta a partir de esta fecha, y quedando as\u00ed indicado en el Libro de Acuerdos. Como an\u00e9cdota, nombrar un error menor a la hora de citar el apunte bibliogr\u00e1fico referido a \u00c1lvarez Baena, al fechar la obra de este en el a\u00f1o 1726, cuando en realidad es del a\u00f1o 1786. Sin lugar a dudas la labor documental que lleva a cabo Macho Ortega es muy importante, como disc\u00edpulo de El\u00edas Tormo representa el primer paso para rebatir errores anteriores y base s\u00f3lida de un estudio m\u00e1s veraz.El estudio historiogr\u00e1fico contin\u00faa con la figura del propio El\u00edas Tormo y Monz\u00f3, quien en 1925, a trav\u00e9s del Bolet\u00edn de la Real Academia de la Historia, manifiesta que la capilla, por su significado en la historia del barroco espa\u00f1ol y ultramarino, merece ser destacada como Monumento Nacional, \u201cimpidiendo as\u00ed su ruina y su desnaturalizaci\u00f3n art\u00edstica\u201d. Hace constar el restablecimiento del aprecio en todo el mundo por el arte barroco, aludiendo a la importancia que vino a tener en Espa\u00f1a y en Am\u00e9rica. \u201cA la aceptaci\u00f3n por la Corte, y precisamente en esta Capilla, de las libertades y galanuras de las nuevas f\u00f3rmulas art\u00edsticas, rebeldes al clasicismo, ya mecanizado, del Renacimiento\u201d. El estudio de la capilla, lo recopil\u00f3 con datos in\u00e9ditos y con los trabajos monogr\u00e1ficos de Ciria y Macho, sin aportar datos nuevos sobre el edificio. Igualmente menciona las virtudes de la vida sencilla llevada a cabo por San Isidro y que hab\u00edan sido narradas por Juan Di\u00e1cono. Indica como la capilla est\u00e1 edificada en el lugar del sepelio primitivo del santo, en lo que era el cementerio de San Andr\u00e9s. En resumen, es importante esta obra puesto que se observa una revalorizaci\u00f3n del arte barroco, que hasta entonces hab\u00eda estado tan desprestigiado; una tendencia iniciada por Cea Berm\u00fadez, Ponz y Llaguno. Tambi\u00e9n es evidente que hay un inter\u00e9s por mantener el patrimonio cultural de la ciudad. Un hecho que poco a poco se va generalizando gracias al esfuerzo y lucha de eruditos como Tormo, y que indica una evoluci\u00f3n en la sensibilidad de la sociedad a la hora de preocuparse por la conservaci\u00f3n del legado hist\u00f3rico.Ya en su siguiente obra Las iglesias del antiguo Madrid (1927), El\u00edas Tormo se detiene m\u00e1s en el estudio de esta iglesia y aclara datos aportados anteriormente por otros autores, como por ejemplo, al hablar de la figura de Fray Diego de Madrid, que Madoz y despu\u00e9s Mesonero Romanos hab\u00edan dado el papel de arquitecto junto a Jos\u00e9 de Villarreal y Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo. En el caso de Tormo, este lo relaciona con la labra de la escultura de San Isidro que se encontraba en el interior de la Capilla, concretamente en el baldaquino. Afirma, bas\u00e1ndose en art\u00edculos de Ciria, publicados en La Semana Cat\u00f3lica, en 1897 y en un \u201cTrabajo universitario\u201d de Macho Ortega de 1918, que es Pedro de la Torre quien inicia la construcci\u00f3n de la capilla en 1642, cuyo proyecto queda finalista por encima del de G\u00f3mez de Mora, de 1629. La obra se detiene y es Jos\u00e9 de Villarreal el que la contin\u00faa bajo las trazas de Pedro de la Torre. Lo suceden Juan Beloso y Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo, seg\u00fan \u00e9l, \u201csecuaz\u201d de Alonso Cano. Aparece el nombre de Juan Beloso, que no se hab\u00eda citado todav\u00eda en las obras anteriores. Da m\u00e1s nombres, referidos a los que intervinieron en la decoraci\u00f3n y menciona a Juan de Lobera como realizador del baldaquino, siguiendo, en cierta medida, el dibujo de Herrera Barnuevo.Comienza, por tanto, a despejarse la confusi\u00f3n creada por autores anteriores en lo referente a los arquitectos y al inicio de la construcci\u00f3n. Es fundamental Tormo para los autores posteriores, como Bonet Correa o Virginia Tovar, pues da datos m\u00e1s fiables, que ser\u00e1n corroborados posteriormente. Sin duda alguna, mediante el conocimiento pormenorizado de las fuentes secundarias que hablan de esta obra, se vislumbra como el problema de esta Capilla es que no ha sido estudiada con mayor detenimiento, como es el caso de otras obras a las que desde el principio se las ha considerado de primera categor\u00eda. Esto se refleja en el hecho de que cuando se hace un recorrido por los monumentos madrile\u00f1os, \u00e9sta se incluye como una iglesia m\u00e1s, mereciendo s\u00f3lo una breve menci\u00f3n. Por ello es l\u00f3gico entrever como a lo largo de su historiograf\u00eda no se han aportado grandes datos. Por ello El\u00edas Tormo ser\u00e1 muy importante, ya que aclara una serie de factores y cambia el concepto que se ten\u00eda de los edificios del siglo XVII y XVIII, marcando una l\u00ednea que seguir\u00e1n estudiosos posteriores, radicando aqu\u00ed su importancia.Merece ser destacado el cambio que se ha producido en la cr\u00edtica. Un cambio de mentalidad que la lleva a preocuparse por el estudio de todo el patrimonio, dando importancia a las obras, tanto de pintura, arquitectura y escultura, en funci\u00f3n de su calidad art\u00edstica, y no por prejuicios absurdos.Antes de continuar con el an\u00e1lisis historiogr\u00e1fico, hay que se\u00f1alar que en el a\u00f1o 1936, la capilla se incendia y permanece en ruinas hasta que a fines de los a\u00f1os ochenta se restaura.Este hecho lo refleja Vicente Carredano en su obra Dolor y esperanza de la capilla de San Isidro: ruinas en el coraz\u00f3n de la villa, de 1957, donde manifiesta que tanto la capilla de San Isidro como la iglesia de San Andr\u00e9s est\u00e1n en ruinas, pero que se mantienen intactos los muros, las puertas, las cornisas y la c\u00fapula. Realmente este autor no supone un punto importante dentro de la historiograf\u00eda de la cr\u00edtica de la capilla, puesto que los datos que aporta sobre la construcci\u00f3n y sus gastos, aunque no lo apunta en ning\u00fan momento, posiblemente los haya tomado de la obra de Pascual Madoz. Sin embargo lo he querido mencionar por el hecho de que se preocupa por el estado del edificio y le sigue dando la importancia que tiene dentro de la arquitectura madrile\u00f1a del siglo\u00a0XVII, procurando que no caiga en el olvido y se acabe derribando, como ha ocurrido con muchos otras obras de inter\u00e9s.Una obra que podr\u00eda haber aclarado algunos aspectos de este estudio historiogr\u00e1fico, y al cual no he podido acceder, es el art\u00edculo de W. Wethey \u00abDecorative Projects of Sebastian Herrera Barnuevo\u00bb, publicado primero por The Burlington Magazine en 1956 y, m\u00e1s tarde, en Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Est\u00e9ticas de Buenos Aires en 1958.En 1961 Antonio Bonet Correa dedica una parte de su obra Iglesias madrile\u00f1as del siglo\u00a0XVII al estudio de la capilla, haciendo menci\u00f3n al triunfo de las ideas del barroco en la segunda mitad del siglo\u00a0XVII. En esta obra no se a\u00f1aden novedades sustanciales, pues utiliza datos aportados anteriormente por otros autores. Algo a destacar es la inclusi\u00f3n de los creadores de partes de la decoraci\u00f3n interior, los flamencos Blondei (in\u00e9dito hasta ahora) y Francisco de la Vi\u00f1a, ya introducido anteriormente por Macho Ortega. Bonet hace un repaso a los acontecimientos m\u00e1s importantes en la construcci\u00f3n de la obra, tales como el encargo de planos a G\u00f3mez de Mora en 1629, encargo de nuevos planos a Pedro de la Torre en 1642, paralizaci\u00f3n de las obras en 1643 o la reanudaci\u00f3n de los trabajos en 1657 con su conclusi\u00f3n en 1669, en una segunda etapa en la que intervienen Jos\u00e9 de Villarreal, Sebasti\u00e1n de Herrera Barnuevo y Juan de la Lobera. Asimismo da el nombre de Alonso Cano, quien intervino en el proyecto para el altar. Es necesario destacar que todos estos aspectos ya hab\u00edan sido tratados anteriormente por Macho Ortega y despu\u00e9s por El\u00edas Tormo. En la obra de Antonio Bonet destacan la elegancia y la frescura a la hora de hablar sobre las diferentes partes del edificio. En primer lugar hace referencia al hecho de que al realizar un espacio digno del patr\u00f3n de Madrid, esto lleva a hacer una capilla mayor que la propia iglesia de San Andr\u00e9s. Habla del gran retablo-baldaquino en el que se colocar\u00edan las reliquias del santo, de la planta del templo, del deslumbrante efecto lum\u00ednico del interior, del alzado interior mediante grandes columnas pareadas de orden corintio, de la decoraci\u00f3n vegetal realizada en estuco por los flamencos Blondei y Francisco de la Vi\u00f1a que derivaban de la empleada por Crescenci en el Pante\u00f3n Real de El Escorial, de la inclusi\u00f3n de m\u00e1rmoles y jaspes realzados por los dorados del interior, de exteriores en un \u201cbarroquismo m\u00e1s t\u00edmido\u201d de sentido pr\u00edstino del volumen, del orden compuesto en sus dobles pilastras gigantes de piedra berroque\u00f1a, de lienzos de ladrillo que contrastan con el enorme entablamento de m\u00e9nsulas pareadas. Asimismo menciona que por primera vez en Madrid, se ve un tipo de portada que tiende a salirse de la superficie del muro. Que la portada-retablo, que en Madrid triunfar\u00e1 en el siglo\u00a0XVIII, nace pues en la capilla de San Isidro. Para Bonet tanto por sus pilastras como por su ritmo y por su c\u00fapula, la capilla se relacionar\u00eda m\u00e1s con el hermano Bautista, que con G\u00f3mez de Mora. A\u00f1ade que la pl\u00e1stica floral refleja un nuevo gusto importado de ItaliaDesde aqu\u00ed, los estudiosos de la capilla de San Isidro ya s\u00f3lo se limitan a repetir lo que en el pasado otros expusieron, bien porque no investigan m\u00e1s concienzudamente, bien porque realmente no se encuentran nuevos datos.Rompiendo con esta t\u00f3nica, ser\u00e1 Virginia Tovar quien confiera un nuevo impulso al estudio de la capilla, acudiendo directamente a las fuentes primarias que mencionan datos sobre su construcci\u00f3n. En su obra Arquitectos madrile\u00f1os de la segunda mitad del siglo\u00a0XVII, del a\u00f1o 1975, se basar\u00e1 en obras de, entre otros, Wethey, quien escribe Herrera Barnuevo y su capilla de las Descalzas Reales, y Macho Ortega, autor de la obra La capilla de San Isidro en la parroquia de San Andr\u00e9s. Tovar se dirige directamente a las fuentes documentales del Archivo de la Secretar\u00eda del Ayuntamiento, y del mismo modo toma informaci\u00f3n de un Libro de Acuerdos, que deb\u00eda ser de la \u00e9poca de la construcci\u00f3n, pero del que no menciona la referencia, y con el que ya trabaj\u00f3 anteriormente Macho Ortega. Si bien las obras se comenzaron bajo el proyecto de Pedro de la Torre en 1642, no queda claro si fue Juan G\u00f3mez de Mora quien da el proyecto inicial tras la canonizaci\u00f3n del santo, aunque se sabe que particip\u00f3 en el concurso para elegir un proyecto, junto al Hermano Bautista, Fray Lorenzo de San Nicol\u00e1s, Crist\u00f3bal Colomo y Miguel del Valle, entre otros, recayendo \u00e9ste en Pedro de la Torre. La obra la contin\u00faa Jos\u00e9 de Villarreal, y a su muerte lo sucede Juan de Lobera. Sebasti\u00e1n Herrera Barnuevo es el que hace el proyecto para el baldaquino que alberga los restos de San Isidro, que hasta entonces se encontraban en la parroquia de San Andr\u00e9s, y en ning\u00fan momento menciona a Fray Diego de Madrid, como hab\u00eda hecho anteriormente Madoz, Macho Ortega y despu\u00e9s El\u00edas Tormo. En todo momento aparece citando textualmente documentos referentes a la obra, en los que se mencionan los materiales utilizados, las obras que se ten\u00edan que llevar a cabo antes de la construcci\u00f3n de la capilla, los nombres de los que intervinieron, tanto en su edificaci\u00f3n, como en su decoraci\u00f3n, etc.Uno de los objetivos del estudio de Virginia Tovar es demostrar la importancia que tuvo Jos\u00e9 de Villarreal en el proyecto de la obra, sin por ello menospreciar la labor de Pedro de la Torre. Con este estudio tan exhaustivo, la capilla pasa a formar parte de los ejemplos m\u00e1s importantes de lo que se ha dado en llamar Barroco \u201ccastizo\u201d, en la ciudad de Madrid.Otra obra importante de Virginia Tovar es La arquitectura madrile\u00f1a del siglo\u00a0XVII, del a\u00f1o 1983, donde hace un profundo estudio sobre la capilla y sobre las fuentes documentales. Si en la obra de 1975 quiso la autora dar mayor importancia a la aportaci\u00f3n de Jos\u00e9 de Villarreal al proyecto de la capilla, ahora se centra m\u00e1s en la figura de Juan G\u00f3mez de Mora, a partir de un plano original del propio arquitecto, de 1629. Es sabido que al final la obra recae en la figura de Pedro de la Torre en 1642, pero Virginia Tovar cree que el car\u00e1cter esencial de la obra y su modernidad, est\u00e1n tomados directamente del proyecto inicial de G\u00f3mez de Mora. Al igual que en su obra anterior, toma como base para el estudio, documentos consultados en el Archivo de la Secretar\u00eda del Ayuntamiento, citando textualmente partes de los mismos. Ella misma manifiesta que debido al largo proceso de construcci\u00f3n y a la sucesi\u00f3n de maestros, hay cierta confusi\u00f3n estil\u00edstica y por ello el estudio se complica. Tovar hace una descripci\u00f3n similar a la de arquitectos madrile\u00f1os de la segunda mitad del siglo\u00a0XVII, pero en este caso dando mayor importancia a la figura de G\u00f3mez de Mora, lo que no debe llevar a sorpresa puesto que es autor de numerosas obras dentro y fuera de la ciudad de Madrid.Ya en pleno siglo\u00a0XXI, el profesor F\u00e9lix D\u00edaz Moreno, lleva a cabo una serie de trabajos que estudian diferentes elementos de la capilla de San Isidro. En el a\u00f1o 2006, se publica el art\u00edculo \u00abEl antiguo retablo de San Isidro en San Andr\u00e9s de Madrid, traza del escultor Real Antonio de Herrera\u00bb. Si bien no aporta nada nuevo en cuanto a la construcci\u00f3n de la capilla, hace un pormenorizado estudio del antiguo retablo y aporta importantes datos historiogr\u00e1ficos que hacen referencia a fuentes primarias de la obra. As\u00ed destaca la Relaci\u00f3n de la f\u00e1brica de la Capilla de San Isidro, documentos que hablan de la capilla y del santo patrono, y un ap\u00e9ndice donde refleja un documento que muestra los pagos a diferentes maestros por obras en el retablo de San Isidro de la iglesia de San Andr\u00e9s de Madrid, del 26 de mayo de 1639.Sobre el contenido del art\u00edculo hay que destacar la menci\u00f3n de que actualmente la capilla, es la sombra de lo que fue, ya que esta ha perdido gran parte de su patrimonio art\u00edstico en diferentes fases, ya fuera por fen\u00f3menos naturales, traslados o por el fuego de 1936. Hace un recorrido por la historia de los proyectos y trabajos de la capilla en honor al santo, mencionando dos proyectos de Juan G\u00f3mez de Mora, de 1629 y de 1639, solo delineados sobre el papel y el concurso de 1642 en el que vencen las trazas de Pedro de la Torre. Trazas que solo se plasman en la cimentaci\u00f3n, ya que la conformaci\u00f3n definitiva del templo se da en 1656 cuando debido al hundimiento de la techumbre de la parroquia, se inician trabajos de rehabilitaci\u00f3n y de construcci\u00f3n, primero por Jos\u00e9 de Villarreal y posteriormente por Juan de Lobera, decidiendo en este momento variar la orientaci\u00f3n del templo tal y como aparece en la actualidad.En el mismo a\u00f1o 2006 F\u00e9lix D\u00edaz Moreno publica el art\u00edculo \u00abLa estatua-relicario de San Isidro, obra del platero Juan de Ruesta\u00bb, donde se bien no aporta nada nuevo a nuestro estudio sobre la capilla de San Isidro, se\u00f1ala importantes fuentes primarias, muy valiosas para este trabajo, como son las Constituciones de la Real Capilla del Se\u00f1or San Isidro de Madrid que otorga el monarca Carlos II en 1679.No se ha conservado ninguna de las obras de arte que se encontraban en su interior.Sirve actualmente como parroquia de San Andr\u00e9s.Fuentes primarias[editar]\u25aa C\u00e9dula Real por la que Felipe IV proclama el proyecto de la capilla de San IsidroFechado el 28 de noviembre de 1628, Virginia Tovar hace menci\u00f3n de este dato en su obra Arquitectos madrile\u00f1os de la segunda mitad del siglo\u00a0XVII, del a\u00f1o 1975, apoy\u00e1ndose en la obra de Macho Ortega La capilla de San Isidro en la parroquia de San Andr\u00e9s de Madrid, del a\u00f1o 1918. Aqu\u00ed Ortega refleja parte del contenido de la c\u00e9dula real: \u00ab\u2026 hago merced a don Gabriel de Ugarte y Ayala\u2026 del corregimiento de Tlascala en la Nueva Espa\u00f1a en consideraci\u00f3n de sus servicios y de que se allana a dar una capilla que tiene en la iglesia de San Andr\u00e9s, para que en ella se fabrique la del glorioso San Isidro\u2026\u00bb. Esta c\u00e9dula ser\u00e1 muy importante para establecer los comienzos del proceso historiogr\u00e1fico de la capilla.\u25aa Documentos del Archivo Secretariado del Ayuntamiento de MadridSi bien estos documentos pudieron ser manejados por los primeros historiadores que estudian este edificio, el primer autor que hace menci\u00f3n a esta documentaci\u00f3n es Macho Ortega, quien especifica que varias de las fuentes consultadas para realizar su trabajo, \u201cse encuentran en el Archivo Municipal de Madrid\u201d. Con todo, se puede considerar a Virginia Tovar pieza clave en el estudio de la capilla, pues su gran trabajo documental arrojar\u00e1 luz a toda la informaci\u00f3n publicada en los dos siglos anteriores. Para ello Tovar acude directamente a las fuentes del Archivo Secretariado del Ayuntamiento, rescatando textos referentes a la obra, para as\u00ed aportar toda clase de datos, como nombres de arquitectos, fechas, materiales, etc. Estos documentos son de incalculable valor a la hora de estudiar el desarrollo de la capilla, desde la aprobaci\u00f3n de la traza original de Pedro de la Torre en 1642 por parte de la Junta, hasta las condiciones de trabajo firmadas y expuestas por Jos\u00e9 de Villarreal en 1657. Los siguientes documentos que a continuaci\u00f3n se exponen, fueron mencionados en el libro de Virginia Tovar La arquitectura madrile\u00f1a del siglo\u00a0XVII, fechado en el a\u00f1o 1983.Condiciones para la obra de la Capilla de S. IsidroEn fecha 10 de mayo de 1642 los maestros reunidos convienen que se sigan las trazas propuestas por Pedro de la Torre y marcan las siguientes pautas: la obra debe estar provista de agua, de talleres cercados con tapias para trabajar con comodidad y que dichas tapias est\u00e9n \u201cjarradas por dentro\u201d de yeso negro, de aposentos para guardar herramientas y trazas, de una fragua dentro del taller o cercana a este, la necesidad de limpiar el terreno antes de trabajar en \u00e9l, establecer las dimensiones de las zanjas observando no destruir cuevas de \u00e9poca antigua y reconocer a las personas que aporten para el levantamiento del templo. Asimismo se especifica como ha de erigirse la obra, los materiales que se utilizar\u00e1n y la distribuci\u00f3n de los mismos. Se reitera que se trace toda la planta conforme a lo elegido por la Junta reparando posibles inconvenientes, tales como la posible humedad, antes del comienzo de la obra. Se especifica que debajo del suelo de la Capilla han de hacerse entierros y dep\u00f3sitos a los que se podr\u00e1 dar uso una vez concluidos los trabajos. Firmado en letra may\u00fascula por Pedro de la Torre.Archivo clasificado como: ASA 2-283-11Condiciones de la obra de Canter\u00eda de la Capilla de S. IsidroSe explica todo el proceso constructivo que ha de llevarse a cabo, el modo en el que ha de erigirse el templo y las obligaciones de los maestros. Varias de las premisas que aporta este texto son las siguientes: se especifica que se ha de proporcionar toda la piedra, la madera, los andamios y \u201ccimbios\u201d que el maestro o los maestros soliciten. Se dice como labrar las losas y el grosor que han de tener las mismas, sin exceder los l\u00edmites de la planta elegida por el Sr. Don Antonio de Contreras y por la Junta. Se manifiesta como labrar los z\u00f3calos y sobre estos como sentar \u201clas baras de los pedestales\u201d, como sentar las diferentes hiladas sobre las basas y como sentar las cornisas de los pedestales. Se habla de los \u00f3rdenes que han de usarse apostando en muchos de los casos por el orden corintio-compuesto. Se expresa que han de ser el maestro o los maestros los encargados de subir las estatuas y asentarlas sobre los pedestales, teniendo mucho cuidado en no da\u00f1arlas. Cualquier ejecuci\u00f3n no reflejada en el acuerdo inicial debe ser aprobada por la Junta, para que as\u00ed los maestros puedan llevarla a cabo. Firmado en letra may\u00fascula por Joseph de Villarreal.Archivo clasificado como: ASA 2-283-11Condiciones de la obra de mamposter\u00eda de la Capilla de S. IsidroFechado el 2 de mayo de 1657, el texto especifica que se ha de suministrar toda la arena, agua y cal, que necesite el maestro para la consecuci\u00f3n de los trabajos, estando este obligado a supervisar el traslado del material a pie de obra, manteniendo los cuidados sobre dicho material. Se deja pautado el modo en el que hay que realizar las mezclas y el tiempo que estas han de reposar. Se estructura todo un compendio de normas que han de seguir los maestros en referencia a herramientas, material, pagos, precios por tapias reales y no por pies, y todo supeditado a la aprobaci\u00f3n de la Junta. Firmado en letra may\u00fascula por Joseph de Villarreal.Archivo clasificado como: ASA 2-283-11\u25aa Documentos del Libro de Acuerdos para la construcci\u00f3n de la capilla de San IsidroArchivos revelados por Francisco Macho Ortega en su art\u00edculo La capilla de San Isidro en la parroquia de San Andr\u00e9s de Madrid, publicado en el a\u00f1o 1918:Documento sobre el comienzo de las obras el 1.\u00ba de febrero de 1643Con asistencia de una banda de m\u00fasica y gran concurso de gente y en presencia de los maestros de obras Miguel del Valle y Pedro de la Torre\u2026 el Se\u00f1or Corregidor de la Villa comenz\u00f3 con un pico a abrir los zimientos de la dicha Capilla\u2026 y todos los dem\u00e1s caballeros y regidores fueron haziendo lo mismo\u2026 quedando travaxando quatro peones\u2026Documento por el que se aceptan los modelos de Fray Diego de Madrid con destino a la construcci\u00f3n de la capillaPor libran\u00e7a de 4 de Mar\u00e7o de 1657 se libran\u2026 a Fray Diego de Madrid, capuchino\u2026 ochocientos reales\u2026 por hacer el modelo de la Capilla y f\u00e1brica de San Isidro\u2026Documento donde se refleja la reanudaci\u00f3n de los trabajos en la capillaEl jueves 12 de abril de 1657\u2026 en el sitio donde se ha de fabricar la capilla del glorioso Santo Se\u00f1or San Isidro\u2026 asistiendo a la Magestad del Rey Nuestro Se\u00f1or Don Phelipe Quarto y la Se\u00f1ora Do\u00f1a Mariana de Austria su muger y la Se\u00f1ora Do\u00f1a Theresa Mar\u00eda de Austria, infanta, su hija\u2026 puso la primera piedra el Ilustr\u00edsimo Se\u00f1or Don Alonso P\u00e9rez de Guzm\u00e1n el Bueno, patriarca de las Indias, capell\u00e1n y limosnero mayor de S. Magestad\u2026 y asistieron los embajadores Se\u00f1ores Nuncio de Su Santidad, el de la Magestad Cesaria de Alemania y el de la Se\u00f1or\u00eda de Venecia\u2026 y muchos grandes y t\u00edtulos\u2026; fue un d\u00eda de muy gran concurso\u2026Documentos con los contratos parciales de la obraSe hace menci\u00f3n a arquitectos, escultores, pintores, doradores, plateros, etc.\u2022 Contrato a Manuel Pereyra, escultor obligado a hacer diez estatuas de santos de la forma que ordene el Sr. Don Antonio de Contreras. Fechado el 30 de enero de 1658.\u2022 Contrato a Francisco Caro, pintor comprometido a realizar diez lienzos de la de vida de Nuestra Se\u00f1ora, seis lienzos de la vida del Santo, seis lienzos de pensamientos diferentes, cuatro lienzos de devociones, cuatro lienzos de doctores de la iglesia, ocho lienzos de pensamientos diferentes para la media naranja, ocho lienzos de devociones diferentes, cuatro lienzos de los evangelistas, creando estas pinturas seg\u00fan la voluntad de Don Antonio de Contreras. Fechado el 8 de mayo de 1658.\u2022 Contrato a Joseph de Rates, maestro escultor obligado a hacer seis estatuas de santos para la capilla de San Isidro. Fechado el 18 de junio de 1658.\u2022 Contrato a Juan S\u00e1nchez, escultor que debe hacer las ocho virtudes para la capilla. Fechado el 18 de junio de 1659.\u2022 Contrato a Juan de Oca\u00f1a y Juan de Lobera, arquitectos obligados a hacer el retablo de la iglesia de San Andr\u00e9s, siguiendo la traza que est\u00e1 en poder de Don Antonio Contreras. Fechado el 17 de octubre de 1659.\u2022 Contrato a Eugenio Guerra, escultor que deber\u00e1 llevar a cabo los cuatro \u00e1ngeles que est\u00e1n en las cuatro esquinas del corredor. Fechado el 16 de febrero de 1660.\u2022 Contrato a Asensio del Alto, escultor que realizar\u00e1 seis \u00e1ngeles sentados sobre la cornisa del globo de la fe. Fechado el 16 de febrero de 1660.\u2022 Acuerdo por el que la Junta de Comisarios designa a cuidadores de las estatuas, pinturas, rejas, capiteles que se han de dorar, etc. Fechado el 1 de agosto de 1662.\u2022 Contrato a Francisco Ricci y Juan Carre\u00f1o para pintar los cuatro nichos de la capilla de San Isidro. Fechado el 2 de mayo de 1663.\u25aa C\u00e9dula Real expedida por Felipe IV en 1657C\u00e9dula otorgada en Madrid el 28 de octubre de 1657 que impulsar\u00e1 las obras de la capilla de San Isidro. Casi todas las ciudades y pueblos de la naci\u00f3n, adem\u00e1s de las colonias espa\u00f1olas de ultramar, har\u00e1n donaciones para levantar este proyecto. Madoz ser\u00e1 el primero que aporte esta informaci\u00f3n, pero sin especificar de donde lo recoge. En cambio, Macho Ortega ser\u00e1 el primero que deje constancia expresa de este documento, mencion\u00e1ndolo posteriormente Virginia Tovar.\u25aa Constituciones de la Real Capilla de Se\u00f1or San Isidro de MadridConstituciones otorgadas por Carlos II en el a\u00f1o 1679, esta documentaci\u00f3n ha podido ser utilizada por los primeros historiadores relatados en este trabajo, si bien no dejan constancia escrita o referencia bibliogr\u00e1fica. En el estudio de las diferentes obras que tratan sobre la capilla de San Isidro, queda constancia de que tanto Virginia Tovar como F\u00e9lix D\u00edaz Moreno han hecho uso de estas fuentes primarias.En la plaza de la Paja, frente a la iglesia de San Andr\u00e9s, existi\u00f3 hasta el siglo\u00a0XIX el palacio de los Laso de Castilla, inmenso edificio seg\u00fan Mesonero Romanos que lleg\u00f3 a conocerlo, comunicado con la iglesia de San Andr\u00e9s por un paso elevado, en el que tuvo lugar una c\u00e9lebre junta de los grandes de Castilla con el cardenal Cisneros quien, al ser interpelado que con qu\u00e9 poderes gobernaba, respondi\u00f3 asom\u00e1ndose al balc\u00f3n: \u00abestos son mis poderes hasta que el pr\u00edncipe venga\u00bb, se\u00f1alando a la artiller\u00eda que formaba en la plaza.San Isidro, santo de dudosa cronolog\u00eda, fue enterrado en el cementerio situado a los pies de la primitiva iglesia de San Andr\u00e9s, hasta que en 1212, creciendo su fama de santidad, fue exhumado y visitado por el rey Alfonso VIII, quien viendo el cuerpo incorrupto reconoci\u00f3 en \u00e9l al pastor que lo hab\u00eda guiado en la batalla de las Navas de Tolosa. Con tal motivo el propio rey habr\u00eda hecho construir la famosa arca de madera recubierta de cuero con pinturas g\u00f3ticas. En 1620 \u00e9sta fue sustituida por otra de oro, plata y bronce, regalada por el gremio de plateros. Al ser reconstruida la iglesia a mediados del siglo\u00a0XVII y cambiar su orientaci\u00f3n, el primitivo cementerio qued\u00f3 bajo el presbiterio, se\u00f1al\u00e1ndose con una reja el lugar exacto donde hab\u00eda estado enterrado el patr\u00f3n de Madrid.La capilla de San Isidro cost\u00f3 11.960.000 reales, aportados por la villa, el rey y los virreinatos de Per\u00fa y M\u00e9xico.V\u00e9ase tambi\u00e9n[editar]Bibliograf\u00eda[editar]\u00c1LVAREZ Y BAENA, J. A. Compendio Hist\u00f3rico, de las grandezas de la coronada Villa de Madrid, corte de la monarqu\u00eda de Espa\u00f1a, Madrid, Ediciones el Museo Universal, 1985.BENDALA GAL\u00c1N y otros, Manuel, Introducci\u00f3n al arte espa\u00f1ol, Madrid, S\u00edlex, 2003BONET CORREA, A. 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